
El Retorno العودة : Introducción
Léopold Lambert
Traducido del inglés por Valentina Sarmiento Cruz
Bienvenides, bienvenidas, bienvenidos al número 58 de The Funambulist, dedicado al Retorno Palestino/Awda/العودة. En sus intenciones iniciales, como fueron definidas a principios de 2024, se pensó que este número se publicaría mucho después de que se hubiera alcanzado un alto el fuego en Palestina. Anticipando entonces una disminución significativa de la movilización global por la lucha palestina, este número estaba pensado para contribuir a un esfuerzo de reintensificación de esta movilización. Al final, el asedio asesino de Gaza y sus ecos en Cisjordania, Líbano y Siria duraron mucho más de lo que cualquiera de nosotres hubiera imaginado y este número se produjo en un contexto de coacción y desesperación. Mientras escribo estas palabras, el alto el fuego está a punto de implementarse y estamos viviendo sentimientos contradictorios de alivio y duelo, de victoria y amenaza de lo que deparan los planes coloniales para el futuro. En este contexto, este número podría llegar todavía en un momento apropiado, cuando los imaginarios de liberación pueden y deben reactivarse.

Es la segunda vez que publicamos un número dedicado completamente a Palestina. Hay que reconocer que no está en el ADN internacionalista de The Funambulist enfocarse únicamente en una geografía específica. Incluso en nuestro número Learning With Palestine (nº 27, enero-febrero de 2020), se invitó a les colaboradores de Palestina a dialogar con colaboradores de otros lugares. Podría decirles que esta elección está motivada por la idea de que la lucha de liberación palestina representa muchas otras luchas contra el colonialismo en todo el mundo. Hasta cierto punto, es cierto. Pero si he de ser sincero, se trataría de un argumento bastante retórico, por no decir falso. ¿Qué justifica entonces la exclusividad del número a una lucha en particular? Esta pregunta tiene varias respuestas, todas ellas discutibles pero, creo, también legítimas. Mi propia relación con Palestina es una de esas respuestas, a pesar de la hipersubjetividad que implica. Otra tiene que ver con la generosidad del pueblo palestino de compartir su lucha por la liberación con cualquiera que esté dispueste a participar mínimamente en ella. La respuesta más importante, sin embargo, tendría que ver con la intuición de que este tema puede ser realmente útil para muches de nosotres, palestines y no palestines, contribuyendo a un imaginario de liberación en Palestina en un momento que parece tan lejano.

Así fue cómo les pedimos a 35 personas palestinas y de la diáspora —al final, solo 20 contribuyeron a este número— que reflexionaran o imaginaran cómo sería el Retorno en este momento. Como ya he mencionado, estoy eternamente agradecido por las formas en que les palestines han compartido generosamente su lucha con nosotres y, como tal, me siento invitado a creer que les no palestines también pueden formar parte de la imaginación de una Palestina libre. Sin embargo, la diversidad de visiones y sus sensibilidades es ya tan basta entre les propies palestines, y la cantidad de páginas de la revista es limitada, que simplemente me pareció correcto sólo pedirles a personas palestinas que contribuyeran a este número. Explicar esto es importante para mí, ya que nos hemos acostumbrado a aplicar categorizaciones que esencializan quién cuenta con la legitimidad (y quién no) para reflexionar sobre ciertas cuestiones en torno a nuestras prácticas políticas colectivas. Por ello, no me gustaría que esta decisión de encargar sólo a colaboradores palestines se malinterpretara como parte de este marco de legitimidades excluyentes.

En una situación en la que las bombas, los proyectiles y las balas israelíes siguen lloviendo sobre Gaza, Siria y, en menor medida, Cisjordania, pedir a las personas que imaginen la liberación puede ser bastante delicado; pedir a personas que han estado viviendo con esta amenaza genocida (sobre su nación, sobre sus seres querides, sobre sí mismes) durante el último año y medio, y con los procesos coloniales de desposesión, extracción y subyugación de les colones durante el último siglo; procesos más lentos pero igual de violentos. En este número, es claramente palpable que muches colaboradores luchan por imaginar el Retorno en el momento presente, incluso si Retorno significa volver a una casa de la que la gente huyó el año pasado para buscar refugio de las bombas, los tanques y los buldóceres. No obstante, nuestres colaboradores presentan una multiplicidad de comprensiones, visiones y formas de lo que implica el Retorno (a veces, deliberadamente ortografiado sin R mayúscula).

La propia palabra Retorno encierra en sí misma un posible malentendido semántico. Retorno puede no significar volver a un pasado anterior a la Nakba, anterior a la ocupación británica, anterior a la Declaración Balfour, anterior al Imperio Otomano, etc. El Retorno puede que ni siquiera signifique volver a las casas que fueron objeto de una limpieza étnica en 1948, cuyas ruinas fueron destruidas posteriormente para hacer de la narrativa sionista una profecía autocumplida. Les palestines han elegido la Llave como símbolo del Retorno, no porque este pequeño objeto que han conservado consigo desde la Nakba (o para algunes de elles, desde la Naksa de 1967) pueda seguir abriendo la puerta de una casa a su regreso a su tierra, sino porque es un símbolo que expresa la inexorabilidad de este Retorno, independientemente de cuántas generaciones tengan que transmitirlo a otra. La llave, que de otro modo cristaliza la violencia arquitectónica de las celdas de las prisiones coloniales, las colonias, las carreteras cerradas y los puestos de control, puede simbolizar así el Retorno a través de la imagen de las numerosas puertas cerradas que abre para todes, haciendo obsoletos los muros que rodean estas puertas.

Siguiendo esta línea de pensamiento, el Retorno podría considerarse por medio de un marco más espacial que temporal (aunque la reconexión con las relaciones pasadas con la tierra puede ciertamente formar parte de él). Es una práctica que, dependiendo de la visión, puede ser un gesto grandioso y puntual sobre la Liberación tal y como se ha imaginado tradicionalmente en la historia de la lucha, en particular, por parte de les millones de palestines que han estado viviendo en campos de refugiades en Siria, Líbano, Jordania, Gaza y Cisjordania desde la Nakba. Un ejemplo de este gran gesto fue durante la Gran Marcha del Retorno 2018-2019 que vio a miles de palestines en Gaza marchar semanalmente hacia los muros fuertemente militarizados del asedio colonial, enfrentándose al fuego mutilador y asesino de los francotiradores israelíes. Pero, sobre todo, como sugieren algunos colaboradores en este número, también podría ser un retorno mundano, si no furtivo, que ya puede llevarse a cabo en las circunstancias actuales.

Dado que las siguientes páginas sólo acogen contribuciones de palestines, no quisiera exceder mi papel de editor, pero espero que acepten la modesta oferta de estas doce fotografías tomadas entre 2008 y 2023 durante mis visitas ocasionales a Cisjordania, Al Quds-Jerusalén y la Palestina del 48. Reunidas en torno a la fecha de mi curso de 2023 sobre la arquitectura del colonialismo de ocupación en Palestina, estas fotografías pretendían representar también una visión de Palestina, en apariencia, no afectada por la violencia de la ocupación. En realidad, todes sabemos que nada es lo que parece, y muchos de estos lugares son inaccesibles para la mayoría de les palestines de Cisjordania y aún más para la población de Gaza. Sin embargo, ¿podrían verse estas imágenes no como fotografías del pasado, sino como imágenes de un futuro liberado?

Aunque la ausencia de Gaza (que queremos imaginar en el horizonte en la fotografía de la costa de Jaffa) podría ser simplemente demasiado fuerte para que nos permitamos este ejercicio imaginativo durante mucho tiempo, todo este número pretende hacernos imaginar este futuro liberado. Estas pequeñas viñetas podrían quizás ayudar a equilibrar cualquier ingenuidad con la grave pregunta que nuestra colaboradora habitual Sophia Azeb plantea en su ensayo: «¿Cómo volvemos a vivir lo inhabitable?». Con tal equilibrio en mente, les deseo una hermosa lectura de los siguientes poemas, ficciones, ensayos y obras de arte. ■
Fotos (Léopold Lambert 2008-2023): Fragmentos de una futura Palestina.